¿Sabías qué?
Las palabras ‘voz’, ‘llamamiento’, ‘llamar’, como vimos en una nota anterior en este blog, corresponden a significados etimológicos de este término.
Asimismo la presencia de la idea de vocación está “en el hablar común: afirmamos que nos ‘sentimos llamados’ a algo, aludimos a ‘una voz’ que nos pone alertas al tomar una decisión. Está también la idea de vocación como llamado en el pensar de los filósofos: Ortega, por ejemplo, nos dice en ‘Goethe desde dentro? que la vida posee siempre voz y que por eso es vocación; y Heidegger apunta en ‘Ser y tiempo’ que la vocación llama desde la lejanía hacia la lejanía” (Gabriel Castillo Inzulza: Vocación y Orientación, p. 16. 3ª edición chilena corregida. Impresos Universitaria S.A. 1997).
De alguna manera, todos hemos escuchado o hemos hablado en nuestro lenguaje cotidiano de que nos ‘sentimos llamados’, por ejemplo, a “ser futbolista”, a “ser poeta”, a “ser médico”, etc., aludiendo a una ‘voz’ como dice Gabriel Castillo y que nos pone alerta al tomar una decisión. Conozco como profesor y orientador varios casos de alumnos que me confidenciaron en su hablar común y espontáneo que su “verdadera vocación” es “ser futbolista”. Es un ejemplo. Entre todos los casos, muy pocos tomaron la decisión, con apoyo o no de sus padres u otros familiares, para dedicarse a este quehacer y llegaron a “ser futbolistas profesionales”. Lamentablemente, otros que querían serlo también no contaron con esa comprensión y apoyo de sus padres y familiares, y se dedicaron a seguir otra carrera. En notas posteriores, te contaré de otros casos que he atendido y, de cuyas historias y relatos, todos podemos aprender mucho cuando se trata de querer ser la persona que realmente somos.
Lo de la vocación es tan esencial e importante en la vida de cada ser humano que, tanto filósofos como otras personas formadas en diversos sectores culturales (psicólogos, antropólogos, sociólogos, escritores, etc.), han dedicado mucho tiempo de sus vidas para investigar, reflexionar y escribir acerca de ella.
Don Gabriel Castillo cita y se refiere a dos de estos filósofos, José Ortega y Gasset y Martin Heidegger. Ambos, en verdad, tienen una gran producción acerca de la cuestión vocacional por ser un asunto esencial en toda persona humana. Lo que dice de ellos el profesor Castillo es suficiente: Ortega afirma que la vida humana es o consiste en vocación. Heidegger en palabras que parecen o son más bien un verso dice: la vocación llama desde la lejanía hacia la lejanía.
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