“El hombre más lento, que no pierde de vista el fin, va siempre más veloz que el que vaya sin perseguir un punto fijo.”
Este sabio pensamiento corresponde al poeta, pensador y crítico alemán Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781). En sus escritos empleo el diálogo, cuyos estudiosos afirman que le ayudó a observar cada aspecto de la realidad desde varios puntos de vista e incluso a buscar trazas de verdad en los argumentos de su adversario. Según él nadie poseía la verdad, en consecuencia, entendió la verdad como un proceso de acercamiento o de aproximación a lo que es, por ende, como una búsqueda.
El concepto de la libertad fue constante a través de toda su obra y frente a los dogmas su postura fue la tolerancia.
La tolerancia, en una de sus dimensiones, es la capacidad de escuchar y aceptar a los demás comprendiendo que hay distintas formas de entender la vida, según sea la escala de valores de cada persona.
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