Al observar esta fotografía percibimos un gran amor de un padre hacia su hija y, viceversa, de la hija hacia su padre. En este sentido, esta fotografía llega a ser hasta conmovedora por la enorme ternura y tranquilidad que manifiesta este padre por su hija y esta hija por su padre. Sin embargo, se trata de una gran paradoja o absurdo, vemos a Heinrich Himmler, el jefe de las SS y ejecutor directo del Holocausto que acabó con seis millones de judíos y a su hija Gudrun de 81 años, actualmente una anciana de apariencia apacible y pelo blanco que vive en Munich, conocida como «la princesa del nazismo» por ayudar a miembros del régimen con causas pendientes ante la Justicia…
Gudrun Burwitz dirige una red para asistir en materia legal y financiera a ex integrantes del régimen nazi. Además, forma parte de una asociación en la sombra que recauda dinero para los movimientos neonazi. El programa de esta asociación, por añadidura , nada menos lleva por nombre “Ayuda Tranquila”…
En la fotografía vemos a Gudrun Burwitz junto a su padre, Heinrich Himmler, durante la Segunda Guerra Mundial. En esta imagen, padre e hija, se ven con rostros tranquilos y apacibles y hasta angelicales. Hasta podría usarse como un ejemplo del amor de un padre hacia su hija y viceversa… Que fotografía tan amorosa y tierna…
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