21 octubre, 2010

Buen Humor


“En épocas de crisis, el humor es un rayo de esperanza, una manera de ahuyentar el llanto y de aceptar la ironía, el sarcasmo y las insinuaciones como parte del vaivén de la vida.”

Luis Urzúa, el último de los mineros chilenos rescatados tras estar atrapado en una mina por dos meses, grita triunfalmente al lado del presidente Sebastián Piñera el 13 de octubre del 2010. El sentido del humor ayudó a los chilenos a soportar la tensión y la angustia de esa crisis demostrando que en épocas de crisis, el humor es un rayo de esperanza, una manera de ahuyentar el llanto y de aceptar los vaivenes de la vida. 


AP / Foto difundida por la Presidencia de Chile


El buen humor es la cualidad moral que más necesita el mundo (Bertrand Russell)

El poder intelectual de un hombre, se mide por el humor que es capaz de utilizar (Friedrich Nietzsche)

Humor alivió sufrimiento durante crisis de mineros en Chile

Apenas minutos después del asombroso rescate de 33 mineros que habían quedado atrapados en una mina en Chile, el presidente Sebastián Piñera los abrazó y los recibió con el sentido del humor característico de su país.
Elogiando el trabajo de los equipos de rescate, el mandatario bromeó diciendo que quisiera que fueran ellos "quienes nos rescataran en el día del Juicio Final". El chiste arrancó carcajadas de los rescatistas exhaustos, quienes acababan de cumplir una proeza nunca antes intentada.

Para alguien de afuera, podría éste parecer extraño momento de hacer bromas. Pero los chilenos, para quienes el sentido del humor es parte de la identidad nacional, no lo vieron extraño en lo absoluto.

Y así fue el ambiente durante toda la crisis, desatada el 5 de agosto cuando se derrumbó un sector de la mina. Desde altos funcionarios del gobierno hasta los familiares de los mineros, las bromas fueron una constante incluso en los oscuros momentos en que se pensó que todo estaba perdido.

Muchos de los chistes hacían juego con la palabra "mina", que en esa región quiere decir también "chica".

"Sin duda, estos hombres nunca han pasado tanto tiempo con una mina", bromeó un locutor de una radio en Copiapó, el poblado más cerca de la mina. Otro locutor inmediatamente replicó: "O tanto tiempo bajo una mina".

El sentido del humor es algo intrínseco para los chilenos, coincidieron expertos.

"Todo chileno tiene por dentro a un Jay Leno o un David Letterman", expresó Patricio Navia, profesor de la Universidad de Nueva York quien es a su vez nacional del país más largo del mundo, detalle que suele ser convertido en chistes sobre el órgano sexual masculino.

"Todo chileno podría tener su propio programa de televisión", añadió.

Como ocurre con cualquier país, el sentido del humor de Chile es producto de su herencia cultural: un país colonizado por españoles del sur de España, región célebre por su afinidad dramática, y luego hogar de inmigrantes británicos y alemanes conocidos más bien por su sentido del humor seco y reflexivo. Si a eso le agregamos los grupos indígenas que sobrevivieron a pesar del aislamiento y la colonización - Chile está encrustado entre el océano Pacífico y los Andes - tenemos un profundo sentido de solidaridad que conlleva una constante necesidad de encarar las amarguras con la risa.
"Si hubiese sido necesario conseguir gente para halar a los mineros hacia fuera, todos los 16 millones de chilenos hubieran ido allá a halar", declaró Mario Kreutzberger, alias "Don Francisco". "Esa solidaridad es parte del sentido del humor de los chilenos".

En épocas de crisis, el humor es un rayo de esperanza, una manera de ahuyentar el llanto y de aceptar la ironía, el sarcasmo y las insinuaciones como parte del vaivén de la vida.

A comienzos de septiembre, el gobierno chileno invitó a expertos de la NASA para ayudar a diseñar el rescate. El ministro de Salud Jaime Manalich dijo en ese entonces a periodistas que los visitantes de la NASA se habían reunido con miembros del programa espacial chileno.

Tras una pausa para evaluar la reacción del público, el ministro aseveró: "Chile tiene un programa del espacio, y no es menor."

La habitación estalló en carcajadas, y el incidente alivió la tensión de un momento sombrío.

Los familiares de los mineros, que vivieron meses de angustia sin saber si volverían a ver a sus seres queridos, también encontraron la manera de reír a pesar de estar viviendo en carpas en las áridas planicies chilenas.
María Segovia, hermana del minero Darío Segovia, era una de las más jocosas. Solía esgrimir un palo de metal y fingir un "striptease" haciendo muecas eróticas, o corría con una enorme bandera chilena gritando como si Chile había ganado el Mundial. Su inagotable energía levantaba el ánimo de todos.

"Hay que reír, hay tanto que está fuera de nuestro control", comentó a principios de septiembre.

Los mineros también encararon su dificultad con sentido del humor. En varios videos se les veía riendo o haciendo señales con las manos detrás de la cabeza de otros. Manalich, el ministro de Salud, dijo que los hombres compartían chistes groseros con sus familias mediante cartas enviadas en pequeños tubos. Algunos eran tan pasados de tono que Manalich se negó a divulgarlos.
Uno de los eventos que más generó chistes fue la visita de los sobrevivientes de la caída de un avión en 1972 en los Andes, algunos de los cuales tuvieron que comerse los restos de compañeros fallecidos.

Corrieron por toda la Internet los chistes sobre los sobrevivientes de aquella espeluznante odisea, que ahora visitaban a un grupo de mineros atrapados con escaso alimento. Uno de los chistes más punzantes mencionaba un supuesto mensaje de los mineros: "Nos comimos al boliviano", en referencia al único minero boliviano que se hallaba entre ellos.

"Dentro de una semana seguro habrá miles de chistes sobre los mineros", dijo Kreutzberger. "Van a tomar chistes viejos y los adaptarán la crisis de los mineros" (Peter Frengaman – The Associated Press).

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