18 junio, 2010

Darse cuenta

¿Sabías qué?

 En el sitio de Personarte (El Arte de la Personalidad), no sé si por “casualidad” o “causalidad”, me encontré con la siguiente excelente síntesis acerca de lo que es el “Darse cuenta” y deseo compartirla con ustedes. Tal vez, por “causalidad”, porque, creo tener una causa, un motivo para publicar esto,  ya que muchas veces me pregunto ¿Por qué tantas personas con las que uno convive no se dan cuenta? A modo de ejemplo, en varias oportunidades, estando con otras personas, hemos pasado bajo árboles donde trinan y se alimentan con sus semillas, jilgueros, chincoles, tordos… Cuando les he dicho a estos amigos, “¡Miren ese árbol está lleno de jilgueros cantando y alimentándose!”. Y, tristemente, he podido comprobar que mis amigos ni miraron este bellísimo espectáculo de la naturaleza ni me escucharon. Tal vez, alguno de ellos lea esto e influya en algo para su desarrollo y crecimiento personal. Dios quiera que sea así. O bien, pueda ser le sirva a otra persona que lo lea en este blog.  

 

Darse cuenta





"Todo lo que funciona tiene tres elementos en perfecto equilibrio"


Para que haya un trabajo de transformación, tratándose de un proceso, son necesarios  tres elementos básicos. Ellos están en los mejores desarrollos teóricos del modelo Eneagrama de la Personalidad, y son fundamento, a la vez, del estado existencialista que busca la psicología transpersonal.


Estos tres elementos son: "la presencia (presencia mental y percepción consciente), la practica de la auto-observación (adquisición del conocimiento de uno mismo) y la comprensión de lo que se experimenta (interpretación correcta de las experiencias, proporcionada por un contexto mayor, tal como una comunidad de apoyo o un camino espiritual". (Riso y Hudson en La Sabiduría del Eneagrama, Urano, 2000).  


Aplicando lo anterior en este diagrama del proceso de toma de conciencia que gira en el mismo sentido del reloj tenemos lo siguiente:
 
Nadie puede obviar ninguno de los tres aspectos, ni el orden, ni la dirección del giro... Observamos que la referencia de la información que el Eneagrama provee es como un abrevadero o un estanque dentro del proceso... Alguien que acaba de conocer El Eneagrama, comprenderá en ese momento lo poco o mucho que ya traiga de auto-observación. Obtiene la información y ya con ella, hace presencia (está ya más consciente) y esa consciencia de sí mismo y de la información recogida le da las primeras comprensiones de sí mismo.

Pero como es un proceso, una dinámica, la auto-observación no solo sigue jugando sino que se irá afinando cada vez más. Entonces seguimos regresando al estanque del Eneagrama a beber y, como si se tratase de una espiral, cada vez la información y comprensión que obtengamos con esta herramienta será más precisa e irá destapando -como si de una cebolla se tratase- capa tras capa de nuestras motivaciones más superficiales dando paso a las estructuras más ocultas o veladas de nuestra personalidad. Por eso las formas burdas, ordinarias y evidentes de nuestras pasiones son las primeras en desaparecer dejando lugar a las manifestaciones más sutiles y menos evidentes de nuestro ego.

Cuando hay un deseo fuerte y honesto por cambiar, las personas que no ubican claramente su estilo en el Eneagrama, por esa misma motivación, suelen estar haciendo una auto-observación mucho más intensa, girando y girando en este proceso y por tanto, para algunos entre los que nos contamos, el que alguien no pueda identificarse rápidamente, es más motivo de alegre regocijo que de cualquier otra cosa puesto que es mucho más importante conocerme y verme mis limitaciones que poder ponerles un numero encima a ellas.

El propósito es conocerse a sí mismo, y nadie lo ha logrado por un método distinto al de la auto-observación. Es todo un viaje al interior de uno, y el Eneagrama es un mapa increíblemente bueno, pero jamás remplaza el paisaje que es lo real.



Agradecemos este aporte y la correspondiente imagen de este proceso al Psicólogo Clínico y Transpersonal Nicolás Uribe S.

( El Arte de la Personalidad: http://www.personarte.com/darsecuenta.htm ).   

Gracias









1 comentario:

Macarena Vallarino H. dijo...

Quizás...

1.- No les interesa darse cuenta.

2.- No se dan el tiempo de darse cuenta.

3.- No saben que existe la posibilidad maravillosa de darse cuenta.

¡Ojalá haya un momento en que las cosas se renueven y cambien!

Un beso y un abrazo.