¿Sabías qué?
La ‘Educación’ y ‘Orientación’ son una ‘ciencia práctica’, es decir, óptimamente, como ciencia, debiera estar al servicio de toda vida humana. En esta nota, te damos a conocer un ‘esquema’ que ayuda a definir la ‘Orientación’ que es una tarea difícil y compleja. Esperamos que este esquema y definiciones te ayuden. [1]
4La tendencia básica de todo ser viviente es el crecimiento hacia su madurez y plenitud. Sólo así cumple su destino inscrito en la naturaleza. Después, puede decaer y morir. Esta proposición nos permite tener una primera definición de ‘Orientación’, una postura vital, aquella actitud que considera a la vida como el primer valor humano. Es aquella disposición que mira donde nace el sol en la primavera, que cree que cada persona es un sol naciente que debe hacer su recorrido y llegar a su plenitud. Es una actitud que brota de lo más profundo de la naturaleza humana. La primera vocación humana es la tendencia a vivir y a vivir en plenitud. Sin esta convicción, sin aceptar que el ser humano tiene, en sí mismo la capacidad de crecer y desarrollarse, esta primera definición de ‘Orientación’ de nada nos serviría.
4La segunda definición de ‘Orientación’, surge del concepto de ‘vocación’ como llamada a una forma de vida determinada: qué ‘voces’ seguir en la vida. Crecer por crecer no basta. Hay que crecer con ‘Orientación’, hacia un oriente, con direccionalidad, ésta es dada por lo que cada uno considera el valor máximo (vocación social o servir a los semejantes. Vocación científica o dedicarse al conocimiento, a la investigación. Vocación artística o cultivar la belleza, la armonía de las formas; etc.). Donde está el valor máximo de cada persona, allí estará su corazón.
4La tercera definición de ‘Orientación’ surgió a fines del siglo XIX, es la ‘Orientación ayuda’ para que, principalmente, las personas jóvenes encontraran un trabajo; tal vez, según el proverbio chino que dice: más vale enseñar a pescar que dar un pescado. Es la ‘Orientación’ como ayuda social. Una sociedad, un gobierno, un educador, deben sentir la imperiosa necesidad de ayudar a los jóvenes y, a todos los seres humanos que lo requieran, a buscar un trabajo que les dé la posibilidad de ser libres y ser personas. [2]
4La cuarta definición de ‘Orientación’, corresponde a la ‘Orientación científica’, a la ‘Orientación vocacional clásica’, a partir del año 1909, con Frank Parsons y con la Universidad de Harvard que integró su obra. La ‘Orientación como ciencia’ se centra en la metodología, en las técnicas, en el cómo ayudar a los seres humanos a definir su vocación, entendida ésta como la ocupación que los realice como personas y como miembros de una sociedad.
En esta nota, nos limitaremos a recordar de manera muy abreviada, los aportes de la ‘Orientación Vocacional Clásica’, centrada en la elección ocupacional:
● Introdujo el principio científico de las diferencias individuales. Al respecto, no fue siempre así e incluso hoy día pocos lo practican. De esto modo, permitió diferenciar los intereses y aptitudes de cada persona en función de su posible elección vocacional futura.
● A partir de lo anterior, se aplicaron los métodos científicos en la orientación de las personas.
● Afirmó que la ‘formación vocacional’ – referida a una ocupación -, es un fin del sistema educacional y un proceso consubstancial y permanente “al proceso educativo”.
● Introdujo la idea fenomenológica de considerar, a cada ser humano, como una personalidad integrada, como un todo, no separando las diversas formaciones, concepción que debe tener su salida en el “concepto de sí mismo” que, cada persona, debe ir formando al autoconocerse y aceptarse.
● Dio valor al grupo como medio educativo y al uso de metodologías afectivas y grupales.
Proporcionó muchos aportes más, pero que se pueden sintetizar en uno solo:
● Introdujo la ‘Orientación’ como una ‘Ciencia Educacional’ y, a los ‘Orientadores’, como especialistas.
[1] En esta nota he tenido a la vista mis apuntes de clases y los recuerdos de las conversaciones que tuve con mi ex profesor y amigo, Mario E. González Ortega, hasta pocos días antes de que falleciera.
[2] Toda persona, en el fondo, está llamado a educar y orientar. No necesariamente tiene que ser un profesional, pues educar y orientar es una vocación universal y toda persona puede ser leal a esta vocación, a este llamado y, por lo mismo, cumplir esta misión en su vida.
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